Rizobacter está expandiendo su presencia en el mercado global de microbiología agrícola donde se está registrando un crecimiento del 14% por ciento anual. El plan de expansión tiene el foco puesto en países de Europa (central y del este) y en India, donde hay muchas limitaciones en el uso de moléculas químicas. Allí la empresa está ampliando la llegada de su línea de inoculantes, promotores de crecimiento y curasemillas de origen biológico, con alto valor agregado. Para reforzar esta estrategia, este año abrió una oficina comercial en Francia y tiene presencia en 30 países.
La empresa, con sólo 40 años de historia, ya está posicionada entre las primeras 20 compañías desarrolladoras de insumos biológicos agrícolas del mundo y es la primera en Argentina. Su planta de producción de inoculantes está considerada como la más moderna del mundo. Allí se desarrollan las tecnologías más avanzadas para la biofertilización de los principales cultivos. Sólo en los últimos dos años logró más de 40 nuevos registros de biotecnologías para ser comercializadas en mercados internacionales. Lo más recientes son los registros de Rizoderma para Uruguay y Paraguay.
El 30 por ciento de las ganancias de la compañía se destina a programas de investigación y desarrollo. En el último ejercicio la empresa llegó a los 112 millones de dólares de facturación y estiman un crecimiento del orden del 10 por ciento para el próximo cierre, impulsado por las operaciones de comercio exterior.
“Dar respuestas a una fuerte demanda de los consumidores, es un issue que los gobiernos tienen en agenda para los próximos años. Por eso están participando activamente en las prácticas de conservación ambiental y los productores buscan nuevas formas de suministrar nutrientes a las plantas y protección contra las plagas para generar mayor rendimiento con estrategias de menor impacto ambiental. Los tratamientos biológicos para el control de enfermedades de semillas y suelo son un claro ejemplo de ello”, afirmó Ricardo Yapur CEO de Rizobacter.